"¿Queréis prevenir los delitos? Haced que las leyes sean claras, sencillas y que toda la fuerza de la nación esté concentrada en su defensa y ninguna parte de aquélla sea empleada para destruirlas. Haced que las leyes favorezcan menos a las clases de hombres que a los hombres mismos. Haced que los hombres las teman y que teman solo a ellas. El temor de las leyes es saludable pero el de hombre a hombre es fatal y engendra abundantes delitos..."
Cesare Beccaria, "De los Delitos y las Penas", año 1794
El derecho es habitualmente utilizado como herramienta política. Eso no es ninguna novedad. A lo largo de la historia, los cambios políticos y sociales tuvieron su principal reflejo en el derecho criminal. Me refiero tanto al derecho penal sustantivo (los delitos y las penas) y aún en mayor medida en el derecho procesal penal (modo de aplicar las penas).
Durante el ancien regime, los monarcas absolutos requirieron para imponer su poder divino sobre los ciudadanos un sistema penal y procesal adecuado. Éste se basó en las acusaciones secretas, ausencia de defensa, tortura para obtener la confesión y las penas públicas e infamantes (el suplicio).
En el siglo XVIII con el iluminismo racionalista surgieron los principios que hoy en día fundan las teorías minimalistas y garantistas del derecho penal, entre las cuales se encuentran los principios de legalidad y taxatividad, proporcionalidad de las penas, culpabilidad y debido proceso. Todo este cambio radical se correlacionó con un contexto histórico que lo hizo posible: el ascenso de la burguesía y la crisis del absolutismo. Pero un derecho concebido de esta forma era útil a los intereses de la clase social en ascenso. Había que permitir la acumulación originaria del capital.
Es así como en estos ejemplos quiero referirme a como el derecho fue desde antiguo una forma de ejercer la política. Es por ello que inevitablemente tendremos a estos 2 conceptos en una constante interrelación. No es posible desarrollar una política estatal (o criminal) sin acudir a las leyes, que a la vez sirven de límite y garantía para los ciudadanos como protección ante el abuso del poder político. No se puede hablar del derecho en forma abstracta sin hacer referencia a la política. El derecho siempre se desarrolla en un contexto político, y toda crítica debe hacer referencia a éste si es que no se desea pecar de inexacta.
La intención de este blog será analizar en el día a día esta correlación derecho-política, incentivando el debate y proponiendo alternativas a nuestro contexto social. ¡Bienvenidos!
(*) Gracias a Demián por señalarme la elocuente cita del título del blog en mi propio libro.
Miguel, se agradece el reconocimiento. Exitos en su nuevo emprendimiento virtual!!
ResponderEliminarDemian